minuto de silencio, tengo que volver la mirada hacia Guanacaste y pensar que
para un hombre de la estatura intelectual, profesional y política de Ricardo
Echandi, sería justo corresponder a su pensamiento y a su obra con la concreción
del proyecto de río Piedras en Guanacaste.
Agua para Guanacaste es un grito en la historia, es un anhelo para el norte
y el Pacífico de Costa Rica que se ha venido postergando, aunque esa mente
privilegiada y la empresa que constituyó dejaron realizados los estudios y la
planificación para un proyecto de esa envergadura.
Hoy le decimos materialmente adiós a un gran costarricense, y dejamos esa
simiente en lo que espero sea tierra fértil para que en el futuro próximo se honre
su memoria, honrando las necesidades del pueblo guanacasteco con mejores
condiciones de vida en materia de recurso hídrico y energético.
26 de enero de 2016
Hoy Costa Rica ha vivido un hecho histórico que cambia la fisonomía de la interacción política entre partidos, entre el Gobierno y la Asamblea Legislativa, y entre la triada que integra las relaciones obrero-patronales dentro del concepto que caracteriza a nuestro formato amparado al esquema de la OIT. La Asamblea Legislativa, aprovechando las capacidades y las manifestaciones diversas que la integran, llegó a construir prácticamente fuera del hacer legislativo ordinario, una concordancia de pareceres que le da a Costa Rica el Código Procesal Laboral. Iniciado con el impulso de la Administración de doña Laura Chinchilla Miranda, con el auspicio de una distinguida compañera como Sandra Piszk, en el ejercicio del Ministerio de Trabajo, nos llevó a vivir vicisitudes que en algún momento avizoraban una muerte lenta para un proyecto estratégico y trascendental. El Gobierno, haciendo uso de prerrogativas constitucionales, que después le fueron constitucionalmente refutadas, tomó un camino, un camino equivocado. Resuelto el conflicto sobre el veto y su procedencia, las bancadas de la Asamblea Legislativa buscaron un espacio dialéctico para progresar en el abordaje del tema. Pasó el tiempo y se fueron limando asperezas y diferencias hasta llegar al día de hoy en que Costa Rica se apresta a la publicación en el diario oficial del Código Procesal Laboral. Lleva razón el presidente de la República en sentirse orgulloso de la promulgación de esta ley. Difícilmente en materia laboral, después del Código de Trabajo, ha habido algo más importante. Lleva razón el presidente Rafael Ortiz Fábrega cuando teje una intervención en donde trata de justipreciar las intervenciones de los diferentes factores de poder para llevar este gigantesco portaaviones a buen punto. No ha habido en esas intervenciones ninguna limitación al reconocimiento de que aquí hubo voluntades en lo más heterogéneo, pensando primariamente en Costa Rica. La ley se va a publicar, regirá tiempo después y los órganos del Estado competentes e involucrados deberán prepararse para una nueva manera del derecho procesal laboral. En lo que tiene que ver con Liberación Nacional, sentimos un inmenso orgullo de haber iniciado este camino, de haberlo construido desde la nada y haberlo transitado hasta la concreción de la ley. Jamás esta satisfacción y este orgullo podrían interpretarse como una visión egoísta o de vanidad partidaria que excluya otros factores del escenario político y social de nuestro país. Es el reconocimiento de que las ideas de Liberación Nacional, igual que lo han hecho a lo largo de más de sesenta años, siguen siendo determinantes para conducir el desarrollo en equidad de Costa Rica. También es una prueba palpable de que normalmente los mejores frutos legislativos son aquellos que, en vez de simplemente reunir la aritmética de las mayorías, construye las convergencias, los encuentros, las sintonías derivadas de la riqueza propia del pluralismo democrático. Celebro como liberacionista, celebro como diputado, celebro como costarricense este determinante paso al frente. Y como hoy la fecha además se presta, celebro también que el tema de las víctimas del Nemagón retome vida en la Asamblea Legislativa. Hace tiempo, cuando empezábamos el ejercicio legislativo, en una de las interminables manifestaciones de las víctimas del Nemagón, me preguntaron en el bulevar con micrófono abierto cuál era mi posición. Mi posición es a favor del proyecto de ley. Y rara vez me oirán decir algo como esto, prácticamente estoy dispuesto a votarlo en los términos que salga de la comisión dictaminadora. La razón es simple: esa colectividad de personas dañadas por el Nemagón, dañadas por la irresponsabilidad de las empresas productoras de agroquímicos, dañadas por la insensibilidad de un sector empresarial que en su tiempo utilizó abusivamente este tipo de agroquímicos, son un reflejo palpable de la Costa Rica que no tiene voz, de la Costa Rica que solo puede manifestarse en la calle o cuando ocasionalmente en la Asamblea Legislativa o en algún órgano de convocatoria ciudadana se toma el tema y se le da el perfil correspondiente. Es muy importante, creo yo, que los partidos políticos se arrollen la manga con estos temas, es muy importante que como lo han hecho las y los colegas del Frente Amplio asuman una competencia y una responsabilidad propia de su investidura y de su propuesta electoral. Es muy importante que en el Partido Liberación Nacional hayamos diputados que nos acerquemos a ese tema para identificarnos con esas colectividades. Por eso, reconociendo que el tema tiene largo camino, muchos desencuentros e intereses particularmente formalistas en el marco de la ley, yo quisiera abonar a esta causa diciendo que más que observar en la visita del diputado Rony Monge a Pococí, como lo hizo este servidor en otros momentos y en la participación de grandes líderes de este enorme cantón limonense en el proceso deliberativo, más que ver estos elementos como aspectos recriminables, censurables u ortigables, los veamos como oportunidades de acercar posiciones. Alguna vez en un debate que se quiso formar con una persona integrante de la fracción del PAC yo le contesté, para finiquitar el tema que me extrañaba que cuando este diputado intentaba construir puentes del otro lado vinieran piedras. Hoy utilizo la misma imagen para decirles a las personas afectadas del Nemagón que estamos dispuestos a escuchar, que estamos dispuestos a trabajar, estamos dispuestos a colaborar, y lo hago a título personalísimo porque no es un tema en el que haya una fácil salida, ni del que tengamos suficientes insumos de convergencia. Pero no hay justicia en que este sector de nuestra población productiva con la más abundante variedad de padecimientos, además tenga que padecer los contratiempos de la política electoral cuando uno u otro partido descalifica las participaciones que se hacen de buena fe. Yo conozco el Atlántico, lo he recorrido en todos sus cantones, jamás podría decir que con la propiedad que tiene la representación legislativa caribeña auténticamente electa o afectiva, históricamente identificada con el Atlántico, pero sí puedo mencionar que soy un diputado que conoce la zona, que conoce sus problemas, que conoce sus liderazgos más diversos y que palpita con Limón como provincia y con sus problemas. Y en el caso del Nemagón, evidentemente no se trata únicamente de la provincia de Limón, ahí hay afectaciones en casi todo el territorio nacional, desde personas que murieron en esa tierra sin atención hasta personas que por sus procesos invalidantes se fueron esparciendo por el territorio nacional con la vana esperanza de tener una respuesta solidaria del Instituto Nacional de Seguros, del Poder Ejecutivo o de la Asamblea Legislativa. Código Procesal Laboral, en medio de la divergencia más profunda, nos unió y hoy nos da una ley importantísima. La lucha por el apoyo de las personas perjudicadas por el Nemagón es una tierra que podría unirnos para tener frutos de solidaridad social. Y junto con estos dos elementos debo mencionar que he observado, como es natural en un diputado que conoce esta institución y en alguien que está en política activa, cómo las aguas electorales empiezan a calentar y observo cómo a veces hay intentos de ataque porque uno u otro partido político desarrollan actividades proselitistas. Quiero decirles, compañeras y compañeros, que el Partido Liberación Nacional va a ganar las elecciones municipales el 7 de febrero, vamos a ganar contundentemente la inmensa mayoría de las alcaldías, vamos a ganar la mayoría de las intendencias, vamos a tener la mayoría de representantes en regidurías, en sindicaturas y en concejos municipales de distrito. Eso lo vamos a hacer cabalmente, con dignidad, con entereza, como el ave fénix que en este caso tiene la consciencia de que en abril del 2014 el pueblo costarricense dio dos dictámenes categóricos, uno negativo hacia Liberación Nacional donde nos dijeron basta ya, y otro positivo hacia el Partido Acción Ciudadana al que le dijeron: tienen el poder, úsenlo. Nosotros entendimos el mensaje y desde ese reducto profundo y doloroso empezamos la reconstrucción. Estamos listos para ganar las elecciones municipales y nos aprestamos a sembrar los campos de la patria, para cosechar los resultados venideros y volver a conducir a la patria por los caminos que le permiten al pueblo costarricense vivir mejor cuando Liberación Nacional es Gobierno. 25 de enero de 2016
El legislador Rolando González suena como ficha del bloque de oposición para asumir el Congreso
LEGISLADOR DEL PLN DICE QUE NO SE HA PLANTEADO TEMA NI EN PRIVADO NI EN PÚBLICO
Rolando González Ulloa 